Los síntomas más frecuentes del herpes zóster incluyen dolor, ardor, comezón y sensibilidad en un área específica de la piel. Pueden presentarse con una erupción cutánea y ampollas llenas de líquido. La erupción y las ampollas pueden durar varias semanas y se secan y forman costras antes de desaparecer. En algunos casos, los pacientes también pueden experimentar fiebre, dolor de cabeza y fatiga.
Una característica importante del herpes zóster es la distribución de los signos y síntomas a lo largo de los dermatomas, que son áreas específicas de la piel que están conectadas a nervios espinales particulares. Los dermatomas se dividen en áreas en forma de banda que cubren la piel del cuerpo.
Cuando el virus varicela-zoster se reactiva, se mueve a lo largo de los nervios que están conectados a los ganglios raquídeos donde el virus se encuentra latente, y afecta a los dermatomas correspondientes. Por lo tanto, los síntomas del herpes zóster siguen un patrón específico a lo largo de la piel, siguiendo las vías nerviosas afectadas por el virus.
Por ejemplo, si los nervios afectados se conectan con la zona del tórax, los síntomas del Herpes Zóster pueden aparecer en la parte superior del abdomen y en los lados de la espalda, siguiendo la distribución de los dermatomas en esa área.
En conclusión, los síntomas más frecuentes del herpes zóster incluyen dolor, ardor, comezón, sensibilidad en un área específica de la piel, junto con una erupción cutánea y ampollas llenas de líquido. La distribución de los signos y síntomas sigue los dermatomas, que son áreas específicas de la piel que están conectadas a nervios espinales particulares. Esto se debe a que el virus varicela-zoster se mueve a lo largo de los nervios que están conectados a los ganglios raquídeos donde el virus se encuentra latente, y afecta a los dermatomas correspondientes.
Vacuna Shingrix
Primera vacuna para la prevención del Herpes Zóster en México.
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